CAPITULO 31. MI MUNDO EN PEDAZOS

Llegó el 15 de marzo. Tras madrugadas eternas y amaneceres sin admirar su cuerpo al despertarme por la mañana. Llegó el 15 de marzo. Sabía que ella esperaba mi llamada tan pronto cómo fuese posible. Quería que mi felicitación fuese la primera. Pero yo decidí hacerme el loco todo el tiempo que fuese posible. Ese día por la mañana , lo primero que hice fue buscar a Helena, que estaba en la habitación contigua a la mía.
- Helena..-llamé a la puerta y escuché el sonido de la ducha. Tres segundos después estaba delante de mí solamente envuelta en una toalla, me quedé mudo. Literalmente - eee Helena...-dije concentrándome subiendo la mirada hacia su cara- te ha dicho ya Antonio lo de hoy ?
-Hugo tranquilo , que no muerdo..-sonrió a matar, guiñándome un ojo, pero intenté ignorarla y permanecí serio.- si si...-adopto una postura más profesional- tranquilo ya ha hablado Antonio conmigo..-asentí y me dispuse a girarme- pero Hugo...-me frené para escucharla- no lo entiendo ? por qué precisamente hoy ?
crees que conseguirás...?- la corté haciendo un gesto con la mano.
-No necesito que lo entiendas, sólo hazlo por favor, ya nos veremos...-forcé una sonrisa y me marché del hotel.
No sé cuanto tiempo pasé aquel día pensando en Malú. Horas y horas quizás. El tiempo ese día me sobraba la verdad. Y más cuando se trataba de ella. Ella que me enamoró una tarde de otoño, la primera vez que la vi a través de aquel cristal, cuando me puse tan nervioso. Es irónico, que me siguiese poniendo igual de nervioso cuando estaba cerca. Incluso más. Pero eran unos nervios distintos, ella era distinta.
Su llamada llegó primero que la mía, a eso de las siete de la tarde. Reí por dentro, tenía que estar medio muerta en estos momentos. No cogí el teléfono, lo dejé sonar. Y las siguientes diez veces siguientes también. Bueno no , la décima no. La décima lo cogí , esa era la buena.
- Cariño...-su voz sonaba feliz , muy feliz- eres el mejor , gracias por las flores , son preciosas- dibujé la imagen en mi mente, estaría mirando el ramo de rosas blancas que acababa de llegar a su casa , cómo una tonta.
- Felicidades cielo...-no tuve que pensar en qué decir después, ese día estaba muy seguro de todo- dentro de poco me doblas la edad eh...
-Imbécil , no estropees el momento..-su cara de ofendida en esos momentos tenía que ser hasta perfecta. Un suspiro fue lo siguiente en oírse.- te echo de menos Hugo, ojalá estuvieses aquí...-escuché el ruido de su cuerpo cayéndose en el colchón.
-Alegrame la cara tonta , que hoy tienes una fiesta no?- cambié de tema inmediatamente, no quería que pensase en eso. Hoy no.
-Si, alquilamos un local de Madrid, vienen muchos amigos..-intentó sonar ilusionada , pero no lo consiguió.
-Ui , que amigos..?- solté esa frase para hacerla reír. Y lo hizo. Y mi risa siguió a la suya.
- Pues muchos amigos Hugo , vienen artistas,  sabes ? te caerían todos genial...-esa frase empezó con un nivel de emoción que comenzó a decaer con cada palabra que decía.
-El próximo no me lo pierdo, prometido...-hice una breve pausa- además, aún te falta mi regalo..
-Amor, es que el mejor regalo que podría tener sería...-la corté rápidamente.
-Espera, déjame adivinar, verme ?- oí su risa de nuevo. Apuesto a que estaba negando con la cabeza después de mi comentario. Calculé el momento exacto en el que iba a volver a hablar y yo me adelanté- abre la puerta.
- Qué dices ?-su respiración se agitó , pude notarlo
-Que abras la puerta- mi tono de voz era tranquilo y sabía que eso la mataba aún más.
-Cariño, no me hace gracia...- sabía que  no se había levantado todavía, porque estaría demasiado nerviosa cómo para hacerlo.-no me gustan estas bromas..
-Malú , abre la puerta.- sabía que estaría en la entrada en menos de treinta segundos, exactamente el tiempo que tardaría en levantarse de la cama ,bajar corriendo las escaleras y guardarse cinco segundos más para mirarse al espejo. Aunque estaría preciosa, eso también lo sabía. Y lo supe de nuevo cuando la vi justo en frente de mí. Tenía el pelo un poco más corto , pero perfectamente peinado. Joder que guapa era. Dudó unos segundos que hacer por la emoción, no se lo creía todavía.
-Qué pasa ? No soy un buen regalo ?- reí abriendo los brazos. Fuera llovía muchisímo y yo estaba completamente empapado, pero me daba igual , en esos momentos todo era indiferente Creo que lo calmado que estaba yo la impacientaba a ella aún más. La sonrisa apareció en su cara, por fin. Ver su sonrisa en directo era al mejor espectáculo que había asistido en toda mi vida. Reaccionó en una milésima de segundo y en vez de hacerme entrar en casa, se lanzó hacia mí dejándonos a los dos en su jardín , bajo la lluvia. Nos abrazamos. El deseo de abrazarla toda la vida aumentaba por momentos. Os juro que el frío que tenía por la lluvia desapareció con su brazos.
-Te quiero , te quiero, te quiero...-susurró en mi oído. Le siguió un sollozo y otro más. Aparté su cara y la cogí entre mis manos acariciando sus mejillas. No pudimos evitar reírnos , por lo absurdo de la situación. Ella ya estaba igual de mojada que yo o incluso más.
-Ves ? Al final no se te ha echo tan larga la espera...-dije pegado a su boca.
-Y una mierda...-se pegó todavía más a mi boca y sus labios tocaron los míos echándose de menos. Ya casi había olvidado la sensación que me producía besarla. Bueno no , miento, si hay cosas inolvidables esa era una de ellas. No opuse resistencia ninguna a su lengua , me dejé hacer todo el rato. Me perdí. Os juro que estaba perdido. Nadie besaría nunca así de bien. Y entre besos y más besos caminé con ella para entrar en casa.

Una hora después salímos de la ducha abrazados y entre risas. El baño entero rebosaba amor por todas partes. Cogí un albornoz blanco y me lo puse a mí primero esperando su reacción con una sonrisa.
-Osea te tapas tu primero y a mí me dejas asi ?- preguntó envuelta en sus propios brazos levantando una ceja.
-Nena es que tú estás más guapa sin nada encima...-le guiñé un ojo pero no sirvió de nada por que al segundo y había empezado a protestar.
-Hugo joder que tengo frío.- lo dijo casi tiritando pero yo me hice el duro unos segundos.
-Frío ? Después de esto ? Imposible...-ahora sí , se rió. Intento no hacerlo y esconder su sonrisa pero no lo consiguió. Al tiempo en el que escuchaba su risa cogí una toalla y caminé hacia a ella para envolverla por la cintura. Mis brazos rodeaban todo sus cuerpo y se recostó un poquito sobre mi hombro inspirando mi aroma. Y yo apoyé mi cabeza sobre su pelo mojado. Permanecimos así unos instantes hasta que fui yo el primero e moverme.
-Venga , que vas a llegar tarde a tu fiesta...-besé su frente y se separó de mí buscando un peine por los cajones.
-Pues empieza a ponerte guapo porque tú también vienes...-dijo mirándome a través del espejo mientras sacaba la lengua. Me derretí. Quise decirle que no , que yo no pintaba nada en un sitio en el que no conocía a casi nadie. Pero no pude. Decirle que no ya era de por si complicado, y más si mañana tenía que volver a separarme de ella. Ámerica me reclamaba de nuevo.
Llegamos al local de Madrid en mi coche, no aparqué en la puerta. Prefería caminar con ella de la mano viendo a los demás morirse de envidia al verla caminar. Aquel vestido negro que llevaba detenía el tiempo para los que la miraban y lo volvía a poner en marcha a su gusto.
Entramos cogidos de la mano. No me podía imaginar que habría tanta gente , a algunos ya los conocía de los conciertos y a otros los había visto mil veces en la tele, había de todo, cantantes ,futbolistas , actores y actrices. Malú me presentó a todo el mundo , sin excepción. Estaba ya un poco cansado de pasear por ahí saludando a todo el mundo y conseguí escaparme hacia la barra para pedir una copa:
-Hombre cuñado , cuanto tiempo no ?- su hermano Jose se acercó a mi  con una cerveza en la mano. Nos dimos un abrazo y tras unos golpes en mi hombro dijo- mi hermana te ha echado de menos eh , la tenías loquita todos los días..
-No creo que más que yo a ella..-contesté dándole un sorbo a mi copa.
-Que tal te va por México? chicas guapas no ?- tras esa pregunta no pude evitar que Helena apareciese en mi mente. Duró apenas un instante pero conseguí apartarla de mis pensamientos.
-Ninguna tan guapa cómo esa de ahí...- reí señalándola con la mirada. Malú se dio cuenta y vino hacía nosotros con una sonrisa. Apenas había bebido , pero la sensación que el alcohol le daba en el cuerpo la hacía todavía más guapa.
Se agarró a mi brazo y besó mis labios muy despacio. Después se dirigió a su hermano.
-De qué hablabais?-su mirada mostró una preocupación que yo no esperaba. Y fulminó a Jose con los ojos a lo que él bajo la mirada negando con la cabeza. Yo no estaba entendiendo nada.- amor , hablamos un momento a solas ? - añadió una sonrisa para quitar importancia, pero no lo consiguió. Yo ya sabía que algo pasaba. Su hermano se movió con la intención de dejarnos solos pero ella le frenó.- tú quédate aquí , ya nos vamos nosotros...
Tiró de mi mano hasta la puerta trasera del local. Salimos a un callejón contiguo a la gran calle principal. Por suerte no había nadie y la luz de la farola más cercana era suficiente para verla perfectamente
-Para que querías hablar a solas?- susurré en su oído.Esperé su sonrisa unos segundos. Volvía a esperar. Y volví a hacerlo pero nada. Se estaba conteniendo las ganas de besarme y de sonreír. Pero me miró seria y cogió mi mano de nuevo.
-Cariño es que...-me cambió la cara al ver la gravedad de la situación. Miró al suelo unos segundos pensando en cómo empezar. No estaba bien y yo lo noté. Acaricié su hombro y la obligué a levantar la mirada. Cuando estaba a punto de besarla para que se tranquilizase , comenzó a hablar- he visto a Carlos...
Es frase me noqueó. Dí un paso hacia atrás. No me lo esperaba. Me quedé callado esperando a que ella hablase.- Hugo sé que te prometí que no lo vería , pero me llamó varias veces y terminé por decirle que sí...
Respiré unos segundos pensando en que lo peor ya había pasado. Pero cuando una lágrima bajó por su mejilla supe que había más- quedamos y....me besó- lo soltó de golpe y al ver que yo estaba ya medio muerto lo aclaró al segundo después- Hugo , te juro que lo aparté al momento y me marché....no fue nada de verdad...-acercó sus manos a mí , pero me aparté dando un paso hacia atrás.
-Por qué coño no me lo habías contado ?- estaba furioso pero mi voz no sonó tan fuerte cómo pretendía. Estaba bloqueado- y por qué le has visto ?
- Lo siento Hugo, fui una tonta y me dejé convencer....-su sollozos aumentaron, tenía ya los ojos rojos- pero no estabas aquí , te echaba me menos...no sé en que pensaba, y solamente fue un beso.- hablaba tan rápido que entre eso y que estaba llorando casi no le entendí nada. Pero no era necesario, no me importaban una mierda sus explicaciones.
- Te crees que yo no te he echado de menos ?- subí el tono de voz mucho. Demasiado.- te crees que no estaba muerto por verte?
-Hugo , entiendo que no me creas, sólo ha sido un beso..-no paraba de gesticular con las manos mientras lo explicaba-pero yo no quería , lo siento..
-Tienes razón- la miré a los ojos- no te creo, de hecho es que ya no puedo creer nada..- Me sentí hundido. No sabía que hacer ni que decir. Permanecimos en silencio bastantes minutos. Ella se cruzó de brazos dejando que las lágrimas cayesen por su mejilla , no parecía importarle. Estaba esperandome. Esperando a qué yo dijese algo que cambiase todo. Pero no podía. Pensaba y pensaba y no se me ocurría nada que arreglase el desastre que ella me había provocado. Y supongo que si no encuentras nada que lo arregle es que a lo mejor se ha roto demasiado. No quería quedarme allí. Negué con la cabeza y empecé a caminar con intención de irme. Pero ella sujeto mi brazo frenándome
-Hugo por favor...-sonó cómo un suspiro ahogado, pero aparentó toda la calma que fue capaz- quédate hasta mañana y lo hablaremos.
-No puedo quedarme...-contesté con la poca voz que me quedaba- es que no quiero quedarme- esa última frase sonó como un disparo en su cabeza , lo noté porque la lágrima número mil volvió a salir de sus ojos- quizás te llame...o no ... es que no lo sé- me deshice de su brazo y me dí la vuelta. Caminé rápido ,empecé a correr. La miré de reojo una última vez. Se había quedado mirándome cómo quién ve pasar los trenes que nunca cogerá en la estación. No quería saber nada. Ni de ella ni de nadie. Necesitaba tiempo. Asimilar que de la noche a la mañana mi mundo entero se había caído. Y supe en ese momento , que aunque me jodiese cómo a nadie, tardaría mucho en volver a levantarlo. Si es que alguna vez lo hacía.