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sábado, 1 de marzo de 2014

CAPITULO 27. CONFIAR EN SUS LABIOS.

Nos quedamos los dos quietos. Bueno , los tres. El chico de la puerta nos miraba atento con su ramo de flores. Lo miré fijamente , seguía igual de alto y fuerte que la vez que lo vi con ella en aquel restaurante. Me tomé un momento de esos incómodos segundos para mirar a Malú .No parecía enfadada , más bien nerviosa, muy nerviosa. Las llaves se le cayeron al suelo y su ruido la hizo reaccionar. Se agachó rápidamente para recogerlas y antes de que yo me moviese , caminó hacia delante con paso firme. Me quedé un poco atrás pero la seguí rápidamente. El tío nos vio acercarnos y su ojos recorrieron a Malú de arriba a abajo. Y cuando digo de arriba a abajo , es de arriba a abajo, enterita. No me gustó nada y ella pareció notarlo también  , porque comenzó a hablar para que él apartase su mirada de su cuerpo:
- Carlos , qué haces aquí ?- su voz era neutra. No quiso sonar ni muy borde ni demasiado amable. A él chico se le dibujó una sonrisa en la cara al escuchar su voz. Pero se le borró por completo cuándo me coloqué a su lado. Ignoró mi presencia, mirándola a ella de nuevo.
-Ya sabes , tenía ganas de verte...- dijo cediéndole el ramo de flores. Malú forzó una sonrisa. La sonrisa era forzada y yo lo sabía de sobra. Si alguien conocía su perfecta sonrisa milímetro por milímetro ese era yo. Se volvió a hacer un silencio en el que solo se escuchó mi bufido. Estaba empezando a cabrearme. Malú se dio cuenta y su mirada se fue directa a mí. El cruce de miradas nos sirvió a los dos. Me puse serio y ella me miró calmada , para transmitirme lo mismo. Son de esas cosas que pasan en un instante , que casi no se aprecian, pero ella podía transmitir con su mirada lo que quisiese y funcionó. Tome aire unos segundos.
- Eeee... este es Hugo...- esperaba que aclarase algo más, pero nada, sólo añadió una sonrisa. Esta vez si la fulminé con la mirada mientras le daba la mano al tal Carlos. Él se mantuvo tranquilo, no parecía importarle demasiado mi presencia. Ambos cruzamos un par de holas, casi impercibibles.
- Bueno y qué tal te va todo ?- se volvió a dirigir con una sonrisa hacia ella. Malú pensó unos segundos que decir y miró al suelo mientras se pasaba la mano por su larga melena.
- Bien...todo realmente bien..-dijo asintiendo. Sonó convincente y Carlos aumentó todavía más su sonrisa. Babeaba nada más verla hablar y yo estaba empezando a cansarme.
-Me gustaría hablar contigo un día de estos...-antes de qué Malú pudiese decir nada sacó una tarjeta del bolsillo de su chaqueta y se la cedió- toma , he cambiado de número...-ella se puso tan nerviosa que la mano le tembló al coger la tarjeta- si quieres claro...-añadió él al ver su expresión.
-Claro, te llamaré...-No sé si lo dijo porque no sabía que decir en ese momento o porque realmente quería hablar con él. La sangre me hervía. De que iba el tío este? Viniendo aquí cómo si nada...Pero supongo que lo que más me molestó fue la actitud de Malú . No hacía nada simplemente le sonreía. Me cansé y antes de que ninguno de los dos pudiese decir nada, yo añadí:
-Yo te espero dentro- dije serio. Todo lo serio que podía dirigirme a ella. Suspiró y simplemente asintió. Entré en casa cogiendo las llaves que me había dejado, me senté en el sofá. Estaba nervioso, mis piernas se movían solas. Estaba cabreado pero quizás dejarla así sola con ese tío no había sido tan buena idea. Cuándo estaba a punto de levantarme para ir a buscarla , entró por la puerta y tras un suspiro cansado dejó caer todas las maletas en la entrada. Se quedó de pie, quieta, me miró y se cruzó de brazos.
- No ha sido culpa mía , no tenía ni idea de que fuese a estar aquí...
- Él si parecía saber que tú llegarías a estas horas..-dejé caer la frase sin ni si quiera mirarla.
-Qué estás insinuando?- esta vez abrió los brazos en señal de cabreo y caminó hasta ponerse en frente de mí. Seguí sentado en el sofá , no me apetecía ni levantarme- que crees que le he llamado? o qué he hablado con él ?- moví la cabeza y entendió mi gesto cómo un sí - pues estás muy equivocado.- no dijo más , simplemente lo dejó ahí.
-Vas a llamarle ?- pregunté molesto. Levanté la mirada hacia ella y la aguanté todo lo que pude. Era difícil cuando se trataba de ella. Tardó bastantes segundos en contestar y se colocó un poco los pelos que caían por su cara.
-Hugo...-dijo sentándose a mi lado. Tocó mi hombro y no pude evitar girarme hacia ella. Su mirada me atravesó, parecía sincera.- dejé de verle de un día para otro, sin ninguna explicación, creo que lo minímo que merece es que le diga que ha pasado... -terminó de decir.
-Osea que sí que vas a llamarle...-corté su explicación sin más y ella se acercó un poco más, buscando mi compresión.
-Carlos no significa nada en mi vida , simplemente quedaré con él, le explicaré lo que hay y ya está...-hizo una pausa y  acarició un poco más mi brazo- Hugo...-Mierda. Pronunció mi nombre despacio , con una dulzura a la que era imposible no atender.- sabes de sobra que el único que importa eres tú...- a cada palabra avanzó un centímetro dirección mi boca. No supe que hacer en ese momento. Cuándo puso sus labios en los míos no me moví, aunque quise hacerlo.Acompañó el beso, poniendo sus manos en mi cara. Nuestros labios encajaron cómo de costumbre y calmaron todo el enfado que pudiese existir en ese momento. Ella lo sabía y por eso lo hizo. Sus labios eran medicina, calmante para todo. Se separó de mi boca , pero su frente quedó apoyada en la mía. Nuestros ojos se encontraron a apenas centímetros. La sonrisa que tantas veces había buscado pareció en su cara  y la mía la siguió. Eran una sola
-No quiero que le llames- dije de repente , se apartó de mí sin comprenderlo.
-Cariño..
- Para qué vas a llamarle y quedar con él , si no quieres nada con él ?, es que no lo entiendo.- fui tajante al pronunciar esas palabras.
-Es que no necesito que lo entiendas , no puedes decirme lo qué hacer o no...- esta vez la cabreada parecía ella. Sus ojos se encendieron e incendiaron por completo el ambiente.
- Malú, el tío va a lo que va y lo sabes perfectamente.
- No confías en mí o qué pasa ?- me cortó rápidamente , estaba abrazada a un cojín , que pensé que me tiraría de un momento a otro.
- Cariño no es eso , confío en ti , pero no en él..-intenté acercar mi mano para rodear su cintura pero se apartó- Malú deja de ser tan cabezota y hazme caso joder.- alcé un poco la  voz y eso hizo que se molestase todavía más.
-Mira Hugo vete a la mierda - el cojín viajó directamente hacia mi cara pero lo atrapé a tiempo. Se levantó y subió las escaleras , pisando bien cada escalón para que notase su enfado. Escuché el portazo de fondo.
Quizás debí seguirla. Entrar en la habitación y disculparme por mis celos, pero no me apetecía. Que bajase ella si quería. Cogí las llaves que había dejado encima de la mesita de la entrada y salí de su casa. Llovía , llovía mucho. Hacía frío, no sé si porque no estaba ella o porque hacía frío realmente. Me levanté el cuello de la chaqueta y empecé a caminar. No llevaba ningún rumbo en concreto sólo quería pensar. Igual me había pasado y debía confiar en ella. Pero por otro lado no me fiaba un pelo del tal Carlos ese, el tío buscaba lo que buscaba y no había que ser muy listo para darse cuenta. Ahí encontré mi solución. Quizás lo mejor era hablar con él directamente y decirle que se apartase y la dejase tranquila, pero si Malú se enterase me mataría. No sé cuanto tiempo caminé pero se me hizo eterno y cuando quise darme cuenta ya casi no había luz por la calle. Volví a casa dispuesto a hablar con ella, apenas habían pasado horas y ya echaba de menos sus brazos. Deseé rectificar y haberle dicho "espera" cuando se levantó enfadada con el mundo y sobretodo conmigo. Pero no supe hacerlo. Recé por que siguiese en su casa y no se hubiese marchado como yo , para pensar. Metía las llaves en la cerradura , todo seguía igual que cuando me marché , pero las luces estaban todas apagadas. Subí al piso de arriba y escuché la ducha de fondo , sonreí para mis adentros. Estaba en casa. Segundos después salió del baño, vestida sólo con el albornoz y el pelo todavía mojado. La ví de espaldas. Parecía que el mundo estuviese bailando o dando vueltas cuando caminaba tan guapa. Y cuando no caminaba también. Lo admito , no supe resistirme. Caminé hacia ella y abracé su cintura por detrás, hundí mi cabeza en su pelo mojado y sentí su olor de nuevo. Pensé que se asustaría , pero ella ya sabía que yo estaba ahí. Siempre lo sabía.
-Hugo para...-dijo deshaciéndose de mis brazos, se dio  la vuelta y me miró, bajó la mirada al momento. No dijo nada más y avanzó hacia su armario para ponerse unas bragas y una camiseta. Me senté en el borde de la cama sin dejar de mirarla. Ladeé la cabeza un poco perdiéndome en sus curvas. No sé cuantos minutos estuvimos en silencio , sin decir una palabra, hasta que la primera en hacerlo fue ella.
-Es que necesito que confíes en mi..-su voz rompió el ambiente y de paso me rompió a mi también, pero me alegré de que hubiese hablado. Se giró definitivamente y volvió a unir mis ojos con los suyos- joder Hugo creo que te he demostrado de sobra todo lo que te quiero..-se le quebró la voz en esas dos últimas palabras y yo tragué saliva. Estábamos demasiado separados y no me apetecía, caminé hacia ella sin decir nada y cogí su mano. Se dejó llevar por mí hacia la cama y la obligué a tumbarse a mi lado. Ella miraba al techo y yo la miraba a ella, que era mucho más productivo.
- Ei..-dije segundos después para que me mirase- créeme que confío en ti..-estiré mi mano para acariciar su pelo intentando que sonriese pero no lo conseguí- y siento haberme comportado así, de verdad- tras estás palabras asintió con los ojos y se pegó un poquito más a mí, rodeando mi cuerpo con su brazo , yo pasé el mío por su espalda. Era su manera de decir que aceptaba mis disculpas. Pasamos un buen rato así , ella hacía dibujos con su dedo en mi abdomen y yo sólo escuchaba su respiración, que a veces era suficiente.
- Sé lo que tengo que hacer Hugo ...-echó todo el aire en un suspiro- de verdad te molesta tanto que hable con él ?- dijo todavía apoyada en mi pecho.
-Cariño..-sonreí un momento pensando en un frase que leí una vez y que encajaba perfectamente en la situación- te quiero lo suficiente cómo para querer que seas feliz, pero no tanto cómo para el que te haga sonreír sea otro- una sonrisa se le escapó al escucharme. Por fin. Ya la echaba de menos. Creo que sabía perfectamente que esa frase no era mía pero le dio exactamente igual. Se incorporó un poco y se puso cerca de mi cara con sus ojos apuntándome a quemarropa.
-Hugo, si alguien me hace feliz , eres tú...-soltó una leve risa y yo me la quedé para mí cuándo la besé. No sabía vivir de otra forma que no fuese a esa distancia de ella, os lo juro. Cuando nos separamos esperé que dijese algo más , que me hiciese saber que había decidido. Pero no dijo nada en bastante tiempo porque volvió a besarme. Y volvió a hacerlo. Y una vez. Y otra vez más.
 Y así, cuando lo único en que pensaba era en sus labios, me quedé sin saber si tenía pensado volver a verlo...





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