CAPITULO 22. DESEOS

Tras aquel maravilloso paseo en globo en el que disfruté de la magia que ella regalaba sólo por el simple hecho de estar allí conmigo, volvimos en coche a la ciudad .Apenas hablamos en el viaje de vuelta, a mi me era imposible concentrarme en otra cosa que no fuese ella, sólo miraba al frente , sin creerme muy bien todavía lo que estaba viviendo. Ella miraba por la ventana. Sonreía cómo una tonta. Con una de esas sonrisas que...bueno , en realidad sabéis de sobra cómo son sus sonrisas.Se había creado un ambiente en el que los dos callábamos porque sabíamos que estaba todo dicho. Pero ella lo rompió con su voz, haciéndolo todavía más bonito.
-Sabes amor? hay una cosa que tenemos que hacer antes de irnos-me miró y yo sonreí esperando su ,cómo siempre, brillante idea- dicen que no te puedes marchar de Roma sin pedir un deseo en la Fontana di Trevi, es obligatorio..-dijo acariciando mi brazo con una grande sonrisa en la boca.No pude evitar reírme yo sólo al segundo de escucharla- de que te ríes idiota?
-Nada, es sólo que...-aparté un momento la mirada de la carretera para mirarla- no puedo desear algo que ya tengo aqui..-le guiñé un ojo y ella mirándome de forma tierna soltó un ooh que sólo escuche yo- me refería al coche...-dije sin aguantarme la risa.
-Serás imbécil ...-dijo haciéndose la ofendida.
-Si , pero te quiero.- lo dije tan serio que se giró para mirarme. Esta vez no me reí y supo prefectamente que mi comentario esta vez iba totalmente en serio. Se acercó a mí y a falta de mi boca, besó mi mejilla con dulzura.
-Yo también te quiero bobo.
Media hora después caminábamos de nuevo por Roma. Era ya de noche pero su ilusión por visitar la Fontana de noche era superior a mis ganas de volver al hotel. Caminamos por la Piaza di Trevi cogidos de la mano, era ya muy de noche pero seguia habiendo gente, que como nosotros, paseaban sin preocupaciones por el sitio más mágico de toda Roma.
-Dame una moneda...-dijo ilusionada tirando de mi chaqueta.
-Yo? y por qué no una de las tuyas?-dije haciéndome el indignado, pero ella no cayó en la trampa y me hizo ojitos , a los que le sumó una gran sonrisa de las suyas.-mira que eres manipuladora...- y riéndose fue ella misma la que sacó dos monedas de mi bolsillo , cediéndome una.
Dimos unos pasos más hacia la fuente y se quedó pensando unos instantes. Se dio la vuelta y se puso de espaldas a la fontana.Me hizo un gesto para que imitase su posición.Me situé a su lado y agarró mi brazo.
-A la de tres...-yo me pasé una mano por el flequillo intentando contener la risa que me provocaba la situación.Todo lo que hacía se lo tomaba tan en serio , que era increíble verla. Me puse serio y pensé un momento en el deseo que iba a pedir. En realidad no necesitaba nada más.Ya la tenía a ella. La miré un momento de reojo. Estaba con los ojos cerrados, concentrada. Me fijé unos segundos en su boca. En su pelo que caía timidamente por un lado de su cara tapando sus orejas. Frené unos segundos en el piercing de su nariz que tanto me encantaba. Estaba ya completamente embobado, cuándo todavía sin abrir los ojos, una sonrisa se dibujo en su cara. Ahí si que ya no pude más. Subí al cielo que ya conocía de tantas veces que me había llevado ella  y me quedé ahí no sé cuánto tiempo.-....y tres !- escuché de repente. Tiré la moneda hacia atrás inconscientemente porque ella también lo hizo. Ni siquiera me concentré en el deseo. Bueno si, su sonrisa era mi deseo.
- Qué has pedido?- dije agarrando su cintura rápidamente.
-Espera que a ti te lo voy a decir- dijo poniendo sus manos en mi nuca- si te lo digo no se cumple , lo siento pero te vas a quedar con las ganas...- sonrió todavía más y me guiñó un ojo.Iba a contestar pero un par de gotas cayeron en su cara y los dos instantaneamente giramos nuestras cabezas hacia arriba.Comenzaba a llover . A llover mucho. Pero a ella no pareció importarle porque se encogió de hombros y me miró de nuevo. Nos reímos. Juntos e inconscientemente. A carcajadas. Pareciamos tontos , riendo sólos entre tanta gente. Sin razón alguna. Pero y lo bien que sentaba su risa qué? Estábamos ya empapados de arriba a abajo cuándo conseguimos calmarnos. Solté un suspiro y la miré a los ojos.
- Sabes que he pedido yo ?- me miró moviendo la cabeza inquisitivamente- esto.- tiré de su cintura dejando nuestras bocas tan cerca como siempre. Se me adelantó. Me besó ella primero. Con fuerza y con pasión. Como siempre. Caminando por mi boca como si de un sendero se tratase.Fue un beso inmenso, cómo ella. Sabéis esos momentos en las películas cuándo dos personas se besan entre tanta gente y sólo parecen estar
ellos dos sólos.? Cuándo la cámara se aleja más y más  y sólo te fijas en los que se besan ? Pues este era un momento como esos. El beso llenó toda la plaza. Sólo estábamos ella y yo. Bueno y la lluvia.

Entramos en la habitación mojados del todo. Casi no me dejó abrir la puerta. Se lanzó hacia mi sin piedad. La levanté y se agarró a mi cuerpo con las piernas. Entre besos frenéticos llegamos a la cama. Tiró de mi camiseta mojada , se deshizo de ella en un segundo y siguió con mis pantalones.Se incorporó un poco para que pudiese desnudarla de cintura para arriba. Su pecho era el paraíso.Os lo juro.Lo recorrí de arriba a abajo  y el placer que le provocaba se convirtió en suaves gemidos en mi oreja. No aguantó más y decidió tomar el control. Apartó mi cara de sus pechos y con un rápido movimiento de puso encima de mi. Acarició mi abdomen con delicadeza , mientras me miraba con una sonrisa que me hacía perder más el control todavía ,aunque sus besos se lo habían llevado hace tiempo. Sus caderas se echaron hacia delante para acercar su boca a mi cuello. Y en esos momento aguanto la respiración porque sé que el paraíso que viene después no es comparable a nada. Y sus labios me besan, me besan por todos lados, creando un camino difícíl de repetir. Nos denudamos del todo, estamos piel con piel. Me pongo encima de ella y antes de hacer nada más , ella frena un segundo y acaricia mi cara suavemente , mirándome con una dulzura que contrasta con toda la pasión del ambiente. Esas miradas quitan importancia a todo y se la dan a ella. No espero más, me acerco más a ella y le hago el amor. Lleva sus manos a mi espalda y se agarra a ella. Las mías se pierden en su larga melena . Nos movemos al compás del otro. Si algo hay es placer y llega un momento en el que nuestras respiraciones se agitan tanto que ya no distingo la mía de la suya. El baile de orgasmos termina con los dos cogidos de la mano , cada uno a un lado del colchón.
-Hugo...-escucho un suspiro desde el otro extremo y me giro para verla de frente- sabes cuál era mi deseo?-dice sin aguantarse la risa, niego con la cabeza. Se queda callada y sólo oigo su risa pero eso me lo dice todo. Río con ella acariciando su pelo y seguimos a lo nuestro. Os juro que en ese momento si  por casualidad existe el centro del universo , es ella.

Pensaba que sus besos me despertarían por la mañana pero no. Lo hace el teléfono de la mesilla. Yo aún estoy algo aturdido y ella que es más rápida pasa su brazo por encima de mi cuerpo para descolgar. No escucho nada de lo que dice , estoy demasiado dormido.
-Hugo !- ahora si ,moviéndo mi hombro me despierta definitivamente.
-Que pasa?-digo todavía sin abrir los ojos
-Es Antonio que te pongas...- Mierda. Me activo en dos segundos y me incorporo para coger el teléfono. Escucho sus gritos al otro lado. Sólo asiento. Malú me mira sentada en la cama e intrigada por saber lo que me dicen. Mi cara tiene que ser un poema. Mi jefe me grita cosas que apenas consigo entender pero que supongo , serán todas malas. Ni siquiera soy yo el que cuelga el teléfono lo hace él por el cabreo que tiene.
Malú me hace un gesto con la cabeza preguntándome que coño pasa y yo levántandome de la cama con prisa sólo contesto:
-Tenemos que volver, me he metido en problemas..