Terminé de pronunciar esa última frase y ella tomó aire profundamente y me miró a los ojos , sin ni siquiera secarse las lágrimas. Yo sabía perfectamente lo que iba a contestar , estaba bastante claro , pero no me apetecía creérmelo. Aquellos segundos se me hicieron eternos, más que nunca. Y casi temblando tragó saliva y dijo:
-Hugo creo..- Hizo una pausa muy breve que a mi me pareció la más larga del mundo- creo que es mejor que lo dejemos por un tiempo, hasta que todo se calme y yo me aclare..-empezó a hablar más rápido y yo la corté.
-Malú , es que no puedo sólo apartarme de tu vida un tiempo para esperarte, no voy a dejar de quererte de un día para otro....-dije cogiendo sus manos esperando que recapacitase. Pero no lo hizo. Y mirándome a los ojos terminó por hundirme:
-Hugo , es lo mejor- dijo separando sus manos de las mías. Me quedé quieto unos segundos más y bajé la cabeza. Y apareció en ella ese sentimiento de culpa que aparece en todas las rupturas.- lo siento , de verdad y ojalá alguien te haga feliz de una puta vez , porque te lo mereces- Reaccioné , no estaba dispuesto a escuchar estas cosas.
- Es verdad , será lo mejor- y echando una última mirada a esos ojos en los que tantas veces me había perdido, dije- que te vaya todo muy bien.- Intentó dejar de llorar por un sólo momento, parecer fuerte y dedicarme una sonrisa de despedida. Pero no lo consiguió. Yo no estaba dispuesto a esperar más y me giré para marcharme de su casa.
Si os dije que con cada beso me mataba un poquito más, aquel día terminó por matarme del todo.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------No volvimos a hablar , borré su número de teléfono. Nunca he sabido muy bien cómo se olvida pero pensé que esa era una buena forma de empezar.. El 2014 llegó sin ella y enero siguió de la misma manera. Mi rutina tardó bastante en acostumbrarse , pero terminé por aceptar que quizás estábamos destinado a no ser. No voy a mentir , la echaba de menos , era raro dejar de preparar el café por las mañanas para dos y no encontrarla a mi lado todas las noches. Y si vivir sin ella tenía alguna parte buena , yo no se la encontraba. Me centré en el disco , prácticamente vivía en el estudio , pero ella dejó de aparecer por allí. Yo ni siquiera había querido preguntar que qué había pasado. Quizás solo se había ido a grabar a otra parte. Antonio no la mencionó ni un sólo día, aunque creo que él sabía perfectamente que habíamos estado juntos y lo que había pasado ,pero prefirió no hablar de ello.
-Tengo una buenisíma noticia para ti chaval- me dijo un día entrando en el estudio , con una emoción que echaba de menos.
-Sorpréndeme -dije riendo y levantándome para darle un abrazo.
-En una semana , das tu primer concierto- Me puse blanco como la leche y casi me caigo para atrás. No esperaba mi primer concierto tan pronto. Antonio lo notó y me dio una palmada en la espalda para que espabilase- no me digas que después de tanto tiempo tocando en la calle , tienes miedo escénico!
-No no , es sólo que -me paré y volviendo al mundo real dije- todavía no me lo puedo creer.
- Pues empieza a creértelo Hugo - yo no podía parar de sonreír- será en un evento en Hard Rock Café de Madrid , para que presentes tu disco- y dándome un puñetazo en el hombro acabó por decir- lo vamos a petar.
Al final terminó por contagiarme su alegría y empecé a ilusionarme bastante. El disco estaba prácticamente ya grabado sólo faltaba ultimar algunos detalles y pronto comenzaría a rodar el videoclip y después si tenía éxito vendría la gira. Pero me faltaba algo. Había pasado ya casi dos meses y dios cómo la echaba de menos. Quise volver , volver a decirle que todo saldría bien. Y creo que durante todo este tiempo sólo buscaba razones para ir a buscarla algún día. Pero quizás no encontré suficientes.
-Hugo , despierta !- me dijo Antonio sacándome de mis pensamientos- venga a trabajar, que aún hay mucho que hacer..
-Si si , lo siento es que estoy un poco cansado- dije girando el cuello hacia los lados para estirarme.
- Y eso? no duermes bien o qué?- me dijo algo preocupado.
-No tan bien cómo desearía- me reí. Entendedme, acostumbrado a dormir con ella abrazada a mi cuerpo y amanecer de la misma manera , ahora la cama se hacía demasiado grande.
-Bueno pues ya puedes descansar bien eh , que te esperan unos meses de infarto- me animó- mierda me faltan unos papeles, dónde coño los he puesto?- dijo revolviendo en su maletin- chaval , hazme un favor y vete al estudio número tres, que me los habré dejado allí..
-Cómo?-dije poniéndole mala cara.
-Venga , que yo aún tengo que acabar unas cosas, no me seas vago..- resoplé y me marché riéndome.
Caminé por el largo pasillo hasta el estudio número 3. Me quedé quieto antes de entrar. Parecía que era ayer cuándo tras aquella puerta estaba ella y sus labios. Tragué saliva e invadido por los recuerdos la abrí. Pensaba que no habría nadie dentro , pero para mi sorpresa me equivocaba. Una señora más bien mayor y bajita , con el pelo por los hombros y falda por las rodillas, estaba sentada en un sillón. Se giró de repente para mirarme en cuanto entré.
-Eee hola- dije entrando de todo en la habitación, un poco cortado.
-Hola - dijo sonriendo y haciéndome un gesto con la mano. Me resultaba familiar pero no sabía de que.
-Sólo vengo a buscar unos papeles , no molesto no?
-No hijo no , tu tranquilo busca lo que quieras , yo sólo estoy esperando a alguien- su forma tan alegre de hablar me hizo sonreír.
-Ah sí ? y a quién espera usted si se puede saber?- le dije riéndo mientras rebuscaba entre los papeles que había en una estanteria.
-A mi hija , trabaja aquí, ha salio a buscar unas cosas pero vendrá ahora - que acento sevillano tenía la mujer y que salada era.
-Y cómo se llama su hija? si trabaja aquí seguro que la conozco..- dije al momento que encontraba los papeles de Antonio. Pero antes de que pudiese contestar la puerta del estudio se abrió y un hombre con camisa de cuadros dirigió su mirada a la señora.
-Acompáñeme usted , que su hija la está buscando- ella asintió sonriente y cogiendo su bolso se levantó muy alegre.
- Hasta luego hijo!- me dijo antes de salir por la puerta , yo aún asombrado por su desparpajo hice un gesto con la mano. Os prometo que no sabía de qué , pero yo esa cara la había visto en algún sitio.
Aquel día terminé pronto en el estudio y salimos a cenar con el equipo a un restaurante que había cerca. Coincidencia o no , era el mismo al que había salido aquella noche con Malú , en la que empezó haciendo locuras y terminó empapada en mi casa.
-Bueno , quiero proponer un brindis por nuestra futura estrella-dijo Antonio levantando la copa en mi honor y todos le siguieron. Cogí la copa de champán y sonriendo repetí su gesto. Pero casi me atraganto. Levanté la vista y me fijé en una mesa situada un par de filas delante de la nuestra. No me lo podía creer. Era ella. O no... No estaba seguro , desde mi posición no podía ni verle la cara. Pero desde atrás se parecía mucho. No apartaba la vista de ella y todos comenzaron a mirarme a mí.
-Qué pasa?- dije sentándome de nuevo.
- A quién miras tan atento?
-No nada nada , pensé que había visto a alguien...-comenté haciendo cómo si nada.
Intenté tranquilizarme , pero mi mirada volvió a escaparse hacia delante. Traté de buscar un ángulo que me permitiese adivinar si era ella, pero no lo conseguí. De todas formas aquella melena no podía ser de muchas personas.Si, tenía que ser ella. Pero con quién estaba cenando?,Con otro tío? , no no podía ser. Me dejó porque no podía estar con nadie y ahora cenaba con otro?
Creo que de lo nervioso que estaba empecé a sudar demasiado. Intenté disimular pegándole un trago a mi copa. pero no me salió nada bien. Me aflojé el cuello de la camisa y volví a mirar a aquella mesa. Ella se estaba levantando. Iba hacia el baño.Mi corazón se puso a mil. Seguí sin poder ver su rostro pero no había duda , aquellas curvas sólo podían ser de ella. Me las conocía a la perfección. Tragué saliva , llevaba unos pantalones negros muy ajustados y unos tacones altos. Creo que en ese momento todo mi cuerpo sintió el impulso de levantarse y seguirla hasta el baño. Pero mi cabeza me decía que no lo hiciese. Si lo habíamos dejado lo habíamos dejado. No me apetecía sufrir de nuevo para nada, había dejado de valer la pena. Además que cojones hacia cenando con otro? Respiré hondo , tenía cinco segundos para decidir que hacer...
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