CAPITULO 24. EL PELIGRO DE SU SONRISA

Llegó el sábado y yo estaba más nervioso que nunca. No sé si era porque iba a ser la primera vez que cantaba ante tantisima gente , o porque cantaba con ella. Supongo que era más bien por lo segundo. Si aún me seguía poniendo nervioso cuando la tenía cerca, imaginaros cantar a su lado. Viajamos Girona, el primer concierto de la gira, eso aumentaba el nerviosismo, no sólo el mío , sino el de ella también. Aunque estaba más tranquila que yo, a pesar de que llevaba haciéndolo toda la vida pensé que estaría aunque fuese un poco inquieta , por cantar juntos por primera vez.

Llegamos directamente al pabellón del concierto a eso de las siete de la tarde y pasamos a probar el sonido. La canción estaba más que ensayada ya, pero siempre había cosas que quería mejorar.

-Y si estiramos un poco más esta parte?-dijo no muy convencida señalándome el papel con la letra.- es que queda mejor si nos lo repartimos cómo yo te dije...-puso ojitos y yo me quedé callado mirándola. Se me escapó una sonrisa- qué pasa?-dijo entre risas.

-Nada cariño , que lo hacemos cómo tu quieras...-dije colocándome bien la guitarra y sentándome en el taburete. No iba a ser yo quién le discutiese la forma de hacer la canción. Hice cómo que no pasaba nada y comencé a tocar los primeros acordes, pero ella siguió inmóvil mirándome.- que pasa ahora...?- dije girándome hacia ella divertido.

-Hugo si no la quieres hacer así , dímelo..-lo dijo seria pero con una pizca de tontería en la cara.

-Eres tonta o qué ?- dije provocando una tímida risa- lo que tu quieras me parece bien, eres la que sabe de esto...-estiré mi brazo y tiré de su jersey para acercarla un poco más a mi y ella aún de brazos cruzados volvió a protestar:

-Pero es que yo quiero hacer...-sabía por dónde iba la frase y antes de que dijese nada más. Tiré todavía más de su cintura para besarla. Se sorprendió mucho y quedó quieta unos segundos, pero terminó por seguir mi beso.Se acomodó en mis labios una vez más y yo saboreé los suyos que sabían a pintalabios. Me sometí a la hipnosis que me provocaba su boca cuándo volviendo al mundo real , me dí cuenta de que todos nos estarían mirando. Se separó de mí, muy poco y giró la cabeza lentamente para observar el panorama. La mitad del equipo nos miraba entre risas. Malú se rió también conmigo , apenas un instante y volviendo de nuevo la cabeza para ponerse seria dijo:

-Os pasa algo a alguno?- hizo un barrido con la mirada , para mirarlos a todos, uno a uno con gesto de profesora de colegio. Se hicieron los locos , cómo si nada hubiese pasado y siguieron a lo suyo. En realidad ya hacía tiempo que todo su equipo y el mío , se habían acostumbrado a vernos juntos pero las muestras de cariño cómo estas no eran tan frecuentes y menos en Malú.

-Hermanita cómo te vea mamá...que descontrolada que estás...- apareció José con su guitarra y nos miró de reojo , sin hacernos demasiado caso pero guardándose la risa. Este comentario pareció alertar a Malú que aún seguía con sus manos en mi nuca. Frunció el ceño y los dos se fulminaron con la mirada , como hacían siempre.

-Calláte idiota...-le espetó su hermana al tiempo que volvía para darme un pico cariñoso.

Tras media hora más de ensayo hasta que el tema quedó cómo los dos queríamos, respiré tranquilo , todo iba perfecto.

-Va a ser precioso ya lo verás....-dijo guiñándome un ojo mientras pegaba un sorbo a su botella de agua. Yo titubeé un poco y se dio cuenta.-no me puedo creer que estés nervioso...- soltó una risa de niña pequeña y levantó una ceja. Me levanté con la guitarra para ir al camerino y antes de que pudiese decir nada , pasé por su lado y le dí un cachete en el trasero. Se sobresaltó y me miró con una sonrisa de esas con las que no sabes ni dónde estás.

-Eres tú que me pones nervioso...-Se quedó mordiéndose el labio y yo caminé tranquilo sabiendo que su mirada me recorría de arriba a abajo a cada paso que daba.

Llegaron las nueve y media y tras una charla inmensa de Antonio , que me había querido acompañar esa noche,salí de mi camerino , dirección al suyo. Nuestra actuación era de las últimas pero necesitaba verla antes de que empezase. Y sé que ella a mí también. Llamé a la puerta y la encontré terminando de maquillarse. Estaba rodeada de gente y me senté en un sillón sin decir nada, esperando a que acabase. Entre tanto , se me acercaron chicas pidiéndome una foto , cosa poco habitual , a lo que accedí encantado. Antes de que me diese tiempo a buscarla de nuevo , sentí su mano en mi espalada. Me dí la vuelta y casi me quedo en el sitió. Llevaba su mono negro ajustado y brillante que realzaba todas sus curvas. Y madre mía que montaña rusa. No sólo por el espectacular cuerpo que tenía sino porque creo empezó a hablarme y yo asentí cómo lo hacen los borrachos cuándo están en otra parte. Notó que ya no estaba allí y simplemente se acercó a mi oído antes de irse:

-Deja de tenerme tantas ganas...-besó mi mejilla para terminar diciéndole a mis ojos- te quiero.

Aprecié el concierto desde un lado del escenario, esperando para salir. No creo que haga falta decir las veces que me mataron sus bailes y la de canciones que me recordaban a nosotros. Eché una ojeada al público. Lo había de todas las edades, chicos y chicas. Todo el mundo lo vivía hasta el extremo, cómo debía ser. Cantaban sin parar y levantaban los brazos en alto en cada canción. Los había que se abrazaban entre ellos e incluso una pareja se besaba con pasión en la primera fila. Reí al verlos.

La música se paró y oí su voz dirigiéndose a la gente. Su voz sonaba bien en todos los formatos , pero cuándo hablaba así , enamoraba a cualquiera

-Bueno..ahora me gustaría invitar a alguien al escenario que...-tuvo que parar de hablar porque los gritos del público fueron en aumento, se río sola ante la situación- me gustaría invitar a alguien al escenario que..además de ser un gran artista que está empezando...es una persona muy importante para mí- tras esta explicación se le quebró un poco la voz pero siguió con una sonrisa que me dedicó con los ojos- y he querido que esté aqui esta noche porque no creo que haya nadie mejor para compartir esta canción-empezó a hablar más rápido- con todos vosotros...Hugo!- salí entre los aplausos de la gente saludando con la mano. Por suerte algunos ya me conocían tras la promoción que estaba teniendo mi disco. Me acerqué a ella que me esperaba cediéndome un taburete. Me abrazó primero y yo rodeé su cintura cómo la primera vez. Aparté su pelo para besar su mejilla y la apreté contra mí unos segundos más. Entre risas nos sentamos cada uno en nuestro sitio y me acomodé con la guitarra ante su atenta mirada, que le devolví segundos después. Comenzaron a sonar las primeras notas de El Peligro y yo fui el primero en cantar, respiré hondo y la miré:

-El peligro no es cuestión de un par de golpes, el peligro es no saber a dónde ir, el pelirgo es no encontrar jamás tu sitio y sentir que ya llegaste sin salir...-terminé de cantar la primera estrofa y ya todo había valido la pena. Seguí tocando mientras su sonrisa llegaba a mis ojos y se transformaba en la magia que inundaba el ambiente. Fue su turno
-El peligro es el fantasma que planea sobre aquello que juraste un día alcanzar y te ata de las manos mientras graba en tu pellejo una cifra una letra y a volar...-ella dio un paso más allá y a medida que cantaba colocó su mano en mi pierna , poniéndosé a una distancia dificíl de ignorar. Su voz me traspasó de todas las maneras posibles  y me uní a ella para comenzar el estribillo los dos juntos.
- Y correr dicen que es cosa de cobardes, pero todos somos carne de cañón , yo lo soy y no me importa confesar que más que nadie..pero aquí quién no es cobarde por amor?- terminamos la frase a la vez. El público cantaba con nosotros pero os juro que en ese momento no existía nadie más en ese instante que ella. Notó que me moría y se rió un poco para aliviar mi nerviosismo.
-El peligro es perder a quién se ama, con la furia que desata el huracán; comprobar que en casa ya no espera nadie y que no hay nadie a quien puedas esperar...-mi sonrisa era más grande a cada palabra que decía y la suya también. La gente tuvo que ver lo que había allí. Era imposible no hacerlo. El amor que nos teníamos salía de la boca del otro con cada verso y las miradas lo hacían todavía más evidente.
La canción siguió hasta el último estribillo en el que sus ojos ya brillaban más de lo normal. Lo cantamos juntos y os juro que nunca había disfrutado más de una canción en mi vida
- Y correr dicen que es cosa de cobardes, pero todos somos carne de cañón , yo lo soy y no me importa confesar que más que nadie..pero aquí quién no es cobarde por amor?- hicimos una pausa en la que se hizo el completo silencio para que una timída lágrima bajase por su mejilla- pero aqui quién no es cobarde...por amor?- nos matamos con los ojos en esa última frase y terminamos la canción más cerca de lo que la habíamos empezado. Se paró el mundo unos minutos hasta que sus sonrisa lo puso de nuevo en marcha. Escuché los aplausos infinitos y creo que los dos soltamos un suspiro de felicidad a la vez antes de abrazarnos. Eché mi guitarra hacia atrás y la envolví en mis brazos con fuerza, puso sus manos en mi nuca y está vez no le hizo falta ponerse de puntillas porque sus tacones eran más que suficientes. Ninguno de los dos dijimos nada , al fin y al cabo la canción ya lo había dicho todo. El momento en general. Me aparté de ella y me encontré con su cara demasiado cerca. Demasiado. Y cómo de costumbre mis ojos se fueron a sus labios y ella hizo lo mismo con una suave risa. Os juro que en ese momento me esfuerzo cómo nunca para no besarla. De verdad que lo hago. Pero es que a día de hoy todavía creo que es imposible no hacerlo. Pongo mi cara de lado y rozo sus labios rápido , pero los siento. Y ella también. Terminamos el beso en la mejilla del otro para que nadie se diera cuenta. Pero lo hicieron. Los gritos aumentaron y los dos muertos de vergüenza dimos un paso al frente:
-Buenas noches Girona- el volumen del ambiente aumentó con mis palabras- quiero darle las gracias a Malú por esta oportunidad...-ella respondió asintiendo con una sonrisa y levantó un momento el micrófono para decir:
-Gracias a ti...-pensé un segundo en que decir, pero no hacía falta , lo tenía muy claro.
-Que te quiero....-dije bajito. Pero lo escuchó todo el público. Y en esos momentos el universo entero parecía escucharlo. Reímos los dos y rodeé su espalda, colocó su cabeza en mi hombro, besé su frente y sonreímos juntos hacia la gente. Si en aquel instante existía un peligro, era quererla todavía más. Cosa imposible por otra parte.